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27 de Septiembre del 2004
Críos
Estoy un poco obtuso, sin muchas ganas de escribir y con la cabeza puesta en muchas cosas (como el próximo concierto de La V Columna en la tetería el Harem, el jueves 7 de octubre a las 20.00, ejem ejem). Así que me voy a permitir una maniobra un poco cutre: la del copy & paste, en este caso de un email que he recibido de Manu. A disfrutarlo.
Este correo está dedicado a las personas que nacieron entre 1970 y
1985 (y antes).
¡La verdad es que no sé cómo hemos podido sobrevivir a nuestra
infancia! Mirando atrás es difícil creer que estemos vivos en la España de antes:
Nosotros viajábamos en coches sin cinturones de seguridad traseros, sin sillitas especiales y sin air-bag, hacíamos viajes de 10-12h con cinco personas en un 600 o en un Renault 4 y no sufríamos el síndrome de la clase turista. No tuvimos puertas con protecciones, armarios o frascos de medicinas con tapa a prueba de niños.
Andábamos en bicicleta sin casco, ni protectores para rodillas ni codos. Los columpios eran de metal y con esquinas en pico, y jugábamos a "lo que hace la madre hacen los hijos", esto es a ver quien era el mas bestia. Pasábamos horas construyendo nuestros "vehículos" con trozos de rodamientos para bajar por las cuestas y sólo entonces descubríamos que nos habíamos olvidado de los frenos. Después de chocar con algún árbol, aprendimos a resolver el problema.
Jugábamos a "churro va" y al pañuelo y nadie sufrió hernias ni dislocaciones vertebrales.
Salíamos de casa por la mañana, jugábamos todo el día, y solo volvíamos cuando se encendían las luces de la calle. Nadie podía localizarnos. Eso sí, nos buscábamos maderas en los contenedores o donde fuera y hacíamos una caseta para pasar alli el rato. No había móviles.
Nos rompíamos los huesos y los dientes y no había ninguna ley para castigar a los culpables. Nos abríamos la cabeza jugando a guerra de piedras y no pasaba nada, eran cosas de niños y se curaban con mercromina (roja) y unos puntos y al día siguiente todos contentos. La mitad de los compañeros de clase tenía la barbilla rota o algún diente mellado, o alguna pedrada en la cabeza...
Tuvimos peleas y nos partíamos la cara unos a otros y aprendimos a superarlo.
Íbamos a clase cargados de libros y cuadernos, todo metido en una mochila que, rara vez, tenía refuerzo para los hombros, ¡ni mucho menos, ruedas!Comíamos dulces y bebíamos refrescos, pero no éramos obesos. Si acaso alguno era gordo y punto.
Estábamos siempre al aire libre, corriendo y jugando. Compartimos botellas de refrescos y nadie se contagió de nada. Sólo nos contagiábamos los piojos en el cole, cosa que nuestras madres arreglaban lavándonos la cabeza con vinagre caliente.
No tuvimos Playstations, Nintendo 64, vídeo juegos, 99 canales de televisión, películas en vídeo, sonido surround, móviles, ordenadores e Internet, pero nos lo pasábamos de lo lindo tirándonos globos llenos de agua y arrastrandonos por los suelos destrozando la ropa.
Nosotros sí tuvimos amigos. Quedábamos con ellos y salíamos. O ni siquiera quedábamos, salíamos a la calle y allí nos encontrábamos y jugábamos a las chapas, a la peonza, a las canicas, a la lima, al rescate... En fin, tecnología punta...
Íbamos en bici o andando hasta su casa y llamábamos a la puerta. ¡Imagínense!, sin pedir permiso a los padres, ¡nosotros solos, allá fuera, en el mundo cruel! !Sin ningún responsable! ¿Cómo lo conseguimos?
Hicimos juegos con palos, botellas y balones de fútbol improvisados, y comimos pipas y, aunque nos dijeron que pasaría, nunca nos crecieron en la tripa ni tuvieron que operarnos para sacarlas. Bebíamos agua directamente del grifo de las fuentes de los parques, agua sin embotellar, ¡donde chupaban los perros!
Íbamos a cazar lagartijas y pájaros con la ,escopeta de perdigones o con el tirawebos, antes de ser mayores de edad y sin adultos, ¡DIOS MÍO!
En los juegos de la escuela, no todos participaban en los equipos. Los que no lo hacían, tuvieron que aprender a lidiar con la decepción. Algunos estudiantes no eran tan inteligentes como otros y repitieron curso. ¡Que horror, no inventaban exámenes extra! Y ligábamos con las chicas persiguiéndolas para tocarlas el culo y jugando a beso, verdad y atrevimiento, no en un chat diciendo :) :D :P
Éramos responsables de nuestras acciones y arreábamos con las consecuencias. No había nadie para resolver eso. La idea de un padre protegiéndonos, si trasgredíamos alguna ley, era inadmisible, si acaso nos soltaban un guantazo o un zapatillazo y te callabas.
Tuvimos libertad, fracaso, éxito y responsabilidad, y aprendimos a crecer con todo ello.
(NOTA: Luego viene un párrafo final en plan "pasa esto a tus amigos para que esos niñatos de ahora sin respeto ni educación aprendan antes de que se carguen nuestro munto", que me niego a poner porque eso mismo llevan diciendo los viejos de la juventud desde hace miles de años, y me niego a hacerme viejo de esa forma tan triste).
Dicho por Santo at 27 de Septiembre 2004 a las 04:02 PM
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Bueno, dentro de unos añitos ya redactaremos el de los nacidos entre 1986 y 1996... Cada generación despotricará de la anterior y de la siguiente, y tendrá momentos únicos y series de tv que sólo vieron ellos, y etcétera etcétera...
Escrito por Jarry a las 28 de Septiembre 2004 a las 05:20 PMPues eso, lo que yo digo. Que ha sido así desde siempre.
Aunque tendrás que reconocer, Jarry, que los cualos de a partir de tu edad (los de tu edad también, pero sobre todo los que tienen ahora 16/17 años) están bastante peor. Por lo menos en Málaga. O por lo menos la gran mayoría de los chavales de los que veo en mi barrio, por la calle, etecé. Cada día hay más chusmón / facha / pijo extremado suelto, y menos gente normal. :P
Escrito por Santo a las 29 de Septiembre 2004 a las 06:06 PM¡Eh! ¡En Madrid vi chavalines heavys! ¡Increíble! No los veía... bueno, casi desde que mis colegas eran chavalines. Y ahora que doy clases particulares a gente de 16 o 17 años puedo certificar que no todo está perdido (y no me refiero al heavy, ojo). Casi todo sí, pero no todo.
¡Un abrazo, tío!
Escrito por Manu a las 6 de Octubre 2004 a las 09:05 PMNah, si en Málaga también hay. Lo que pasa es que muchos son true heavys, o true blackies, o true góticos, o true... En fin, ya me entiendes, son TAN auténticos... Bueno, es normal. Con 14-15 años todo el mundo necesita sentirse parte de algo. Ya se les pasará, les crecerá barriga y serán heavys de pura raza (¿verdad, Manu? ^_^).
Escrito por Santo a las 7 de Octubre 2004 a las 02:53 AM