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6 de Septiembre del 2004
Artista invitado III
Una vez más, cedo la palabra a mi amigo, Ale Díaz, que me ha honrado regalándome un soneto (a mí y a Alfredo; los tres, aunque ahora menos que antes, compañeros habituales de humo, vino y poesía). Perdóname la osadía tú a mí, Ale, por desmerecer tus versos al colocarlos junto a los míos.
Perdonen la osadía
A Antonio y Alfredo, por compartir conmigo noches de tormenta, música,
risas, versos, tristeza... y poesía.
Caminantes de sendas homicidas,
vivimos como sombras penitentes.
Esclavos con anillos de perdida,
pernoctamos en antros indecentes.
Corsarios sin espadas ni patentes,
defendemos los mares de la vida.
Estrellas de universos diferentes,
desprendemos la misma luz suicida.
Son nuestra patria versos desdichados
que habitan, como lágrimas impías,
tristezas de un silencio trasnochado.
Aunque truene (perdonen la osadía),
no deseamos cielos despejados:
aún ha de llovernos poesía.
Ale Díaz
Dicho por Santo at 6 de Septiembre 2004 a las 12:54 PM
¡Qué opinión ni qué ocho cuartos! Envidia es lo que tengo...
Tomeselo como la más sincera de las opiniones ;)
A mí Ale también me da mucha envidia. Escribe tan bien que casi da rabia que sea buena persona. ;)
Escrito por Santo a las 10 de Septiembre 2004 a las 02:25 PM