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27 de Marzo del 2004

Iros todos a tomar por culo

Querido lector, no se preocupe: todos, menos usted.

Imaginaos la tarde de hoy. Después de un día resacoso y aburrido, me visto mal que bien para ir a devolver un libro a la biblioteca de la facultad ("El reino nashrí de Granada", de Rachel Arié, muy interesante) y luego hacer una visita a la parienta.

Y en ese momento mi ángel de la guarda decide irse de cañas.

A mitad de camino noto que llevo dos ruedas pinchadas. Todavía no sé cómo. En ese momento chispeaba y empezaba a atardecer. Avisé a un amigo para que viniera a echarme una mano, y a la madre de mi novia por si me podía arrimar un chubasquero para no mojarme demasiado cambiando una rueda. Para cuando ambos llegaron estaba cayendo el diluvio universal. Me coloqué el chubasquero, me armé de valor y decidí intentar cambiar las ruedas yo solito.

Una hora después, agotado, empapado como una esponja y sin haber conseguido más que quitar una de las ruedas pinchadas, me rendí. El gato no podía levantar el coche. En aquel momento pensé que sería culpa mía, que algo estaría haciendo mal. Al fin hice lo que debería haber hecho desde un primer momento: llamar a la grúa. Al rato llegó mi padre para firmar lo que hiciera falta y pagar lo que fuera menester. El gruero (dícese de la persona dedicada a conducir grúas) me dijo por teléfono que tardaría unos cuarenta minutos en llegar. Hora y media después llamé de nuevo, al borde de la desesperación y el asesinato, y me dijeron que la grúa que me habían enviado se había averiado a medio camino.

La sustituta llegó en seguida, menos mal. El gruero me dijo que era normal que no hubiera podido cambiar las ruedas: el gato era demasiado pequeño para el peso del coche. Y yo con cara de gilipollas, empapado por haberlo intentado durante una hora. En cuestión de diez minutos ya estaba en el coche de vuelta a casa, tiritando pero feliz de estar a punto de llegar a la ducha calentita y la cama.

Ya he cenado, me he puesto mi pijama hortera de cuadros y estoy leyendo el correo (es decir, borrando spam). Este viernes es martes y trece: mi padre me acaba de decir que se le ha roto una muela hace un minuto comiéndose el bocadillo. Espero que ya entienda usted, querido lector, por qué mando a todo el mundo a tomar por culo.

Creo que me voy a la cama, antes de que provoque algún accidente mortal.

Posted by Santo at 1:24 AM | Comments (8)

26 de Marzo del 2004

Cinco minutos

-Eres un cutre, tío. ¿Aquí? Esto es un puto terraplén.
-Que no, hombre... No deja de ser el aparcamiento de la facultad de Periodismo. Y además mira qué vistas tenemos.
-Sí, a la carretera, no te jode...
-¡Encima de que tenemos vistas, no pedirás que sean bonitas!
-A ver, callaos los dos... Mirá, se acabó, yo no me muevo más. Coloco acá la banqueta y la música. ¿Qué pongo?
-¿Qué tienes?
-Goyeneche, que es un tanguista muy bueno... Se murió resién con 81 años, y consumía coca todos los días, el boludo.
-Hala, ya quisiera yo tener esa resistencia.
-También tengo Charly Garsía... Y esto es una banda de blues de Buenos Aires.
-Pon el blues.
-Qué va, qué va, pon los tangos, dónde vas a parar... ¡Con lo bonitos que son! Me encanta la voz de Gardel. Cada día que pasa canta mejor.
-Pero si está muerto...
-Da igual. Cada día canta mejor. Pon los tangos.

Decí, por Dios, qué me has dao
que estoy tan cambiao,
no sé más quién soy...

-Un poquito más triste de la cuenta, ¿no te parece?
-No es triste. Goyeneche se hiso muy famoso porque, más que cantar los tangos, los resitaba. Tomá el polen y un sigarro. No tengo papel.
-Yo sí. Trae pacá, que como lo líe éste vamos apañaos. Huele bien, ¿a quién se lo compras?
-¿Querés un troso? Yo apenas fumo, ahora con el niño y eso no puedo, viste. Pero igual vos que andás todo el día por acá...
-Luego igual cojo algo. ¿Qué tal está el niño?
-¡Me cago en su puta...! ¡Puto viento!
-Ostias, qué torpe.
-¿Se cayó mucho? Echale más... El niño está relindo, y la madre ya se puso en su peso y todo eso, se encuentra mucho mejor. Ya está regrande... Para dos meses que tiene, la concha de su madre, está grandísimo.

Te vi pasar tangueando altanera
con un compás charnego y sensual,
que no hice más que verte y perder
la fe, el coraje, el buen savoir faire...

-Oye, ¿de qué parte de Argentina eras tú?
-Buenos Aires.
-Oye, que rule...
-¡Pero déjame que fume, coño, si lo acabo de encender! Qué te decía... Ah, sí, Buenos Aires. Un amigo mío es de allí. Se podría decir que vivimos un tiempo juntos.
-Ah, qué bueno... ¿Y cuándo venís para visitar la siudad?
-No sé, sale muy caro el viaje. Aunque ahora con el cambio de la moneda igual no tanto. Me dijo mi amigo que desde lo del corralito hay un poco de mal rollo con los españoles.
-Nah, no es sierto. Hay mal rollo con Telefónica.
-Claro. Anda, toma, desesperao.
-Ya era hora, joder.

No me has dejao ni el pucho en la oreja
de aquel pasao malevo y feroz.
Ya no me falta pa completar
más que ir a misa e hincarme a rezar.

-¿Quién era el que te acaba de saludar? Ah, toma...
-Grasias.
-Un antiguo compañero del colegio. Canío, yo voy a irle tirando pa la clase.
-Y yo pal césped. ¿Tú qué vas a hacer, vuelves a poner el chiringuito?
-Qué va, estoy hecho mierda. Creo que cargo el coche y voy para casa. Tengo ganas de ver al niño.
-Hasta mañana entonces.
-Hasta mañana.
-Hasta mañana.

Posted by Santo at 6:06 PM | Comments (3)

24 de Marzo del 2004

Artista invitado II

Este soneto me lo regaló Alfre, mi buen amigo y primo por parte de nadie. Quizá resulte un poco críptico; cada verso es un recuerdo común, una historia vivida. Desde aquí mi abrazo y homenaje, maestro.

Dónde
Para el Santo

¿Dónde están los dioses que no seguimos,
tu sexo sin amor y viceversa,
la sombra inerte de lo que no fuimos,
la párvula boca que tergiversa

los diabéticos besos que le robas?
¿Dónde queda el fin de nuestros excesos,
las bolsas de coca por siete pesos,
el gin sin tonic y hadas sin escobas?

¿Dónde irá mi ayer sin tu compañía,
quién enseñará a las aves de paso
lo que nadie les vende y tú no escondes?

¿Cómo conseguir con alevosía
cantar con la guitarra en el Parnaso?
¿Dónde compramos el polen, dónde?

Alfredo Mancera

Posted by Santo at 10:21 PM | Comments (3)

21 de Marzo del 2004

Madrid, 13 de Marzo

Esto me ha llegado por email, y me parece necesario que todos sepamos lo que ocurrió de verdad. Me quito el sombrero ante el pueblo valiente de Madrid.

La verdadera historia del sábado 13 en Madrid

PÁSALO. Así terminaba el mensaje que recibí en torno a las tres de la tarde anunciando una concentración silenciosa por la verdad frente a la sede del PP en la calle Génova. Así comenzaba algo que con el paso de las horas iba difundiendose minuto a minuto. Por cada mensaje que la gente recibía, se enviaban diez, quince, veinte mensajes más. Hubo gente que recibió hasta diez mensajes de grupos de gente diferente: familia, trabajo, lugar de estudios, gente del colegio, del barrio, y esos mensajes se multiplicaron hasta el infinito, propagandose como las llamas de un incendio por efecto del viento. A las seis de la tarde un despliegue policial protegía la sede del partido y sus efectivos pedían la documentación a todo manifestante que llegaba. Media hora después, sin embargo, la concurrencia de tantos madrileños sobrepasó la capacidad policial y una hora más tarde la calle Génova era un hervidero de gente gritando de rabia y pidiendo explicaciones al gobierno de la nación. Había gente que lloraba, otros expresaban su indignación a gritos, mentirosos, asesinos, te dijimos no a la guerra; vuestra guerra, nuestros muertos; no estamos todos, faltan doscientos; mentirosos, vosotros teneis chófer, nosotros cercanías; lo sabe todo el mundo menos nosotros; los muertos no se utilizan, basta de manipulación, y queremos salir en La Primera.

elcielolloraenmadrid.jpg

La prensa que se encontraba tras el cordón policial era mayoritariamente extranjera, y había un gran despliegue de antenas parabólicas de cadenas televisivas europeas. De las calles adyacentes y bocas del metro salía cada vez más gente de todas las edades y razas que se unían a la concentración, que de silenciosa al final no tuvo casi nada porque se nos hacía difícil permanecer callados cuando se pretendía celebrar un minuto de silencio. Siempre alguien lo rompía con algún grito: mentirosos, asesinos.

Las lágrimas y la indignación se propagaban de igual modo que la información. La gente estaba pegada a sus transistores y los móviles sonaban sin parar para transmitir información a la gente, que a su vez propagaba las noticias, que corrían de boca en boca. Cuando Rajoy declaró a los medios que la concentración era ilegal e ilegítima, y acusó a sectores del PSOE de haberla organizado, la multitud rugió y contestó: "nos han convocado los asesinados", y "la voz del pueblo no es ilegal". Cómo ibamos a ser ilegales, cuando el gobierno seguía mintiendo, ocultando información y violando los derechos más elementales del pueblo: el derecho a la libertadde expresión y al derecho a la información. En TVE 1, Cine de Barrio.

En Génova pasaban las horas y los ánimos se iban encendiendo cada vez más.

Seguía llegando gente, y no se veían banderas de partidos políticos ni sindicatos. Sólo pancartas improvisadas con cartones y bolígrafos. Tampoco la gente cantaba; todo eran gritos de dolor e indignación. El jefe antidisturbios confesaba a un reportero de la SER que no podían disolver la concentración por la fuerza porque eramos ya más de 5 mil personas y no era cuestión de cargar contra la muchedumbre donde había ancianos y niños. Cada vez que algún miembro de la sede se asomaba a la ventana la gente rugía y pedía la verdad, y mientras, seguían llegando noticias de concentraciones espontáneas en todas las ciudades de España. Las nueve de la noche y nadie se movía de allí, pese al frío. Nos llegó una nota que circulaba en manos de todo el mundo: A las doce en sol. Pasaló.

De pronto otra noticia que se propaga entre la gente: dos hindúes y tres marroquíes detenidos por su relación con los supuestos asesinos en Lavapiés. Los servicios de inteligencia por un lado y el gobierno por otro.

Españoles en el extranjero, amigos de todos los puntos del planeta seguíanmandando noticias de las principales cadenas televisivas del mundo:

Bush lamenta que el apoyo de España a su guerra contra Irak haya tenido estas consecuencias para Madrid. En cambio, el gobierno no lo lamenta, sino que oculta toda la información y llama a la calma, e insiste en que en la jornada de reflexión el pueblo no puede salir a la calle para expresarse.Rugimos más aún: no nos vamos, sal al balcón, da la cara, PP responsable, PP culpable, vuestra guerra, nuestros muertos, vosotros teneis chófer, nosotros Cercanías, vosotros, fascistas, sois los terroristas. Diez de la noche y la gente sale hacia Sol tomando las calles sin permiso.

Yo me voy a Lavapiés para cenar un poco y ponerme algo de abrigo porque ya no siento las manos del frío. La plaza está vacía, y al llegar a la calle Cabeza nos encontramos con una chica joven que, en la puerta de su casa, aporrea una cacerola con la cabeza alta y el semblante grave. Tímidamente salen a los balcones vecinos que salen a aporrear las cacerolas. Primero es un suave tintineo, después comienzan a abrirse los balcones de todas las calles y comienza un zumbido ensordecedor que se expande por todo el barrio. Bajamos a la plaza, que comienza a llenarse de gente que aporrea sus cacerolas, sartenes e instrumentos con fuerza. Aparece una cámara de televisión alemana, mientras la plaza y las calles están llenas de gente protestando sin palabras, y en un momento precioso hasta parece que seguimos todos el mismo ritmo. Un ritmo fúnebre y contundente, seco, duro, lleno de rabia y solemnidad. Y marchamos todos hacia Sol, donde ni siquiera podemos entrar porque Madrid está en la calle. Siguen volando las noticias, siguen multiplicándose los mensajes de solidaridad con las protestas de otras ciudades, siguen propagándose las noticias. La policía ha cargado contra la gente en Zaragoza y en Barcelona. Están estudiando suspender las elecciones, ha aparecido en manos del PP, de repente, un vídeo en el que Al Quaeda reivindica el atentado, y la gente comenta asombrada e indignada que no salimos en los medios. En la SER comentan que pese a la toma de las calles por parte de la ciudadanía, no van a seguir retransmitiendo para mantener la calma y no calentar los ánimos. La censura del siglo XXI. Las cámaras, los micrófonos, y las luces desaparecen; solo quedan los reporteros alemanes que trabajan a destajo, y nosotros gritando, y todas las calles que desembocan en Sol colapsadas. No hay banderas, no hay partidos, no hay magnetófonos, no hay organizadores, no hay órdenes. La multitud avanza espontáneamente hacia Atocha y la policía se retira discretamente. La calle es nuestra y caminamos por donde queremos, cortando el tráfico. Nadie rompe cristales, nadie destroza el mobiliario urbano, Madrid avanza cívicamente y Ansuátegui ordena invisibilidad. La policía apaga las sirenas, y las lecheras apenas son percibidas. "Veniros con nosotros", grita alguno a los uniformados, que no se atreven ni a mirarnos a los ojos. La rabia está en el grito, en las palabras. La gente exige que el gobierno informe, que los medios informen, la gente exige que el gobierno asuma su responsabilidad, y que deje de mentir a un país entero, que a través de internet y los teléfonos móviles va conectandose con el mundo entero. Los medios nacionales ningunean la protesta y dejan claro de qué lado están. La gente alza sus móviles para que los que escuchan al otro lado perciban el ambiente que hay en Madrid. Más de un millón de personas bajan hacia Atocha por la calle del Prado y por la calle Atocha. Y circula otro papel: a las dos en punto cinco minutos de silencio. Pasaló.

Todos al suelo. Silencio sepulcral. No hay cámaras. Miles de velas encendidas, y se rompe el silencio con el grito lleno de orgullo: viva Madrid, y todos gritamos, viva, viva Madrid. Aznar escucha, el pueblo está en lucha, y las riadas humanas avanzan hacia el Congreso. En la radio solo se oye música y resúmenes del partido del Real Madrid. Las voces ya cascadas por el paso de las horas, los pies doloridos, y no hay miedo, no hay policía, solo el helicoptero rugiendo encima de nuestras cabezas, y una sensación de euforia al ver que somos tantos, que somos incontables.

"También estuvimos en la manifestación de ayer", decian algunos cartones a modo de pancarta. Frente al congreso, las lecheras protegiendo el recinto sagrado donde unos cuantos toman las decisiones sin preguntar. La gente vuelve a gritar, dijimos no a la guerra, dijimos no a la guerra, vuestra guerra, nuestros muertos, un pozo de petróleo por un pozo de sangre, embushteros, tve = nodo, urdaci nazi, queremos la verdad.

Pasamos el congreso, llegamos a la Gran Vía, seguimos por Hortaleza. La gente sale de los bares, los pubs y las discotecas. Unos se unen, otros provocan preguntando qué pasa y por qué tomamos las calles, y Madrid avanza imparable bajo la atenta mirada del helicoptero. Los porteros de las discotecas desde las que sale música evasiva y alegre nos miran alucinados, tratando de proteger los imperios del alcohol y la música entretenida.

Llegamos a la sede del PP de nuevo, y la gente, pese al cansancio, sigue aullando. Cuatro, cinco de la mañana, y la gente grita hoy protestamos, mañana os cesamos, a la hora de votar se tiene que notar, asesinos, mentirosos. Agotada regreso a casa. En Sol hay cientos de velas encendidas, y decenas de ramos de flores y carteles, cartas, gritos de papel donde la gente demuestra su solidaridad y su cariño. La gente se arodilla, enciende más velas, y todo está en silencio. Siguen las pancartas colgando de todos los rincones de la Puerta del Sol; los servicios de limpieza esta vez respetan el dolor de una ciudad entera que llora a sus muertos. Banderas de todas partes del mundo, y escritos en árabe, no al terrorismo, PP responde, mensajes de las familias de los fallecidos, basta de horror, queremos la verdad, televisión manipulación, y cuatro mendigos apoyados contra la pared, rodeados de velas, en silencio. El pueblo llora, el gobierno miente. Lucía no te olvidaremos nunca. Papá te quiero. Esta no es nuestra guerra. Agotada, no puedo ni moverme de allí. Porque si la gente expresaba la rabia ante la mentira en la calle Génova, allí se concentra el dolor, el silencio, velas encendidas y flores congeladas del frío que hace.

Esto es lo que sucedió en Madrid la víspera de las elecciones. Y si en los medios no se quiso recoger esta toma de las calles por parte del pueblo madrileño, por lo menos que se difunda por la Red lo que pretende ser acallado y ocultado. Porque algo ha cambiado desde anoche: ya no tenemos miedo. Ni en Madrid, ni en el resto de las ciudades, ni los pueblos.Y no necesitamos partidos políticos que organicen manifestaciones: ya sabemos que internet y los móviles cuentan lo que no cuentan los medios oficiales, y ya sabemos que tenemos una herramienta de comunicación, la del boca a boca, para expresarnos. Se nos han negado los derechos fundamentales que reconoce nuestra Constitución, y el pueblo ha pagado caro la incursión de su gobierno en una guerra por petróleo. Un pueblo que nunca ha tenido problemas con el mundo árabe, un pueblo que se indigna ante la mentira y los insultos del candidato a la presidencia de España. Madrid demostró que está llena de gente de todas las nacionalidades, edades y condiciones sociales que son sensibles, y fue anoche la verdadera democracia, la de la soberanía del pueblo, en la que la gente se expresaba libremente.

Posted by Santo at 6:14 PM | Comments (5)

20 de Marzo del 2004

Poeta hermano

Para Alfredo, compañero de risas, acordes y humo, que se merece versos mucho mejores.

Nostálgica canción por la que anduve,
de alas rotas halcón y ronco trino,
constructor de castillos en las nubes,
esclavo sublevado del destino;

mercader vendedor de artes capaces
de dar ala al deseo más cautivo;
manos de dios alado con que haces
malabares de verbos y adjetivos.

Hacedor de mentiras verdaderas,
decidor de verdades mentirosas
que tienes el Amor por dios y credo;

la espina de tus versos de madera
desgarra como el llanto de una rosa,
poeta hermano mío, amigo Alfredo.

Posted by Santo at 8:26 PM | Comments (1)

Gente cobarde

Hoy mismo "alguien" ha dejado un comentario en este blog atacándome de manera solapada. Lo que me toca los cojones no es que me metan caña, sino que lo hagan desde un anónimo. Yo, caballero o señorita, digo en esta tribuna lo que se me antoja, y le tiro a las perdices sin carabina cuando me da la gana. Pero firmo mis palabras y me hago responsable de ellas.

Y hay algo que me jode más aún. El individuo en cuestión parece pretender enemistarme con una persona a la que quiero muchísimo. Ese nick, "Poeta hermano", hace referencia a un soneto que escribí a mi buen amigo Alfredo. Usted, caballero o señorita, no es mi poeta hermano. Ya quisiera usted. Mi poeta hermano es un hombre valiente, que me dice lo imbécil que soy a la cara cada vez que lo cree necesario.

Vamos, dé la cara. Oblígueme a tragarme mis palabras. Si lo hace, dejaré de llamarle cobarde y podré discutir con usted cara a cara. Mientras, no se atreva a tomar nombres que no le pertenecen.

Posted by Santo at 8:22 PM | Comments (3)

18 de Marzo del 2004

El cliente siempre tiene la razón

Ayer todos los miembros en activo del ICE (es decir, el bueno de Josito y yo) nos desplazamos a la Ceiba (centro social / casa de iniciativas, sito en la calle Gaona de Málaga), dispuestos a hacer una proposición indecente a alguno de los hippies que llevan aquello. Y es que el querido y excelentísimo (ejem) Decano de la Facultad de Letras no tiene muy claro si nos va a dejar hacer un ciclo de conciertos de cantautores en la Semana Cultural que estamos organizando en nuestra facultad. Así que, tras quedar con la gente de la Ceiba en asistir a su siguiente asamblea, decidimos tomarnos una cervecita en el Beato, un barecito de tapas que hay por allí cerca.

Y sentados en calle Beatas asistimos a una curiosa forma de entender el márketing. La camarera del bar es un ser con la altura de un hobbit y la mala leche de un balrog. Además lleva la cabeza rapada, y tiene la voz tan ronca que podría ser perfectamente un hombre. De hecho, de no ser porque Josito me lo aclaró, jamás habría pensado que fuera mujer.

En fin, me centro: los de la mesa de al lado llamaron al engendro en cuestión para que les tomara nota. Reproduzco a continuación la conversación aproximada:

-Mmmh, mira, yo quiero una cerveza y una tapa de...
-Quieto, quieto, dime primero las bebidas y luego lo de comer, que si no es un coñazo.
-Ah, bueno, perdón... Pues entonces ponme 5 cervezas, una tapa de calamares...
-Pero vamos a ver. ¿Tú lo que quieres es la cerveza con tapa de la oferta ésta, no?
-Er, sí...
-Pues lee bien la carta, joder. Con la oferta ésa te puedes pedir las tapas que están escritas en negro, en negro, ¿ves?
-Ehm, perdón...
-Míralo el tío, qué listo es... A por los calamares directamente, es que hay que ser capullo. Bueno, venga, dime qué quieres ya, que no puedo perder toda la noche.

En ese momento nos descojonamos todos: los chavales de aquella mesa, Josito y yo. Se escucharon algunos "hostia, qué borde"; se tragaron las carcajadas y pidieron lo primero que se les ocurrió.

Y la tía es así siempre. Será todo lo demencial que queráis, pero el Beato está cada noche lleno hasta la bandera...

Posted by Santo at 10:57 PM | Comments (3)

16 de Marzo del 2004

Ejército de sueños

Voy a reunir un ejército de sueños
que no tengan patria bandera ni dios,
un ejército de sueños imposibles,
Que son los que siempre sueño yo.

Una horda de niños interiores,
suaves besos de nata en la nariz,
notas musicales y sables de juguete
y flechas de Cupido que apunten hacia ti.

Serán luceros que alumbren en la noche,
lucharán por el amor y la verdad
hiriendo duro en el alma al enemigo
con sus balas de juguete y amistad.

Por tu sonrisa,
por tu mirada;
por una mano
bien apretada.
Por unos labios
(besos ajenos),
porque mis ojos
te echan de menos.
Por corazones
enamorados;
por los amantes,
por los amados.

Y vendrá mi ejército de sueños
a desfilar por las calles de mi alma,
llevando su himno alegre y dulce
llenándome de lenta y clara calma.

Con su estandarte cosido a mano,
mil soldaditos de estaño y plomo;
con sus volantes y zapatillas
mil muñequitas bailan en corro.

¡Viene mi ejército, viene triunfante,
viene feliz, viene cantando!
Tintinean por el río las estrellas
cayendo mientras todos van pasando.

Por tu sonrisa,
por tu mirada;
por una mano
bien apretada.
Por unos labios
(besos ajenos),
porque mis ojos
te echan de menos.
Por corazones
enamorados;
por los amantes,
por los amados.

Málaga, invierno del 2001

Más que un poema es una canción: letra mía y música de DanieL Santo.

Posted by Santo at 10:33 PM | Comments (1)

11 de Marzo del 2004

[Global] Basta ya

No tengo palabras. Sólo lágrimas.

Basta ya de tanta muerte, de tanto odio.

lazo-negro.jpg

Posted by Santo at 8:40 PM | Comments (1)

10 de Marzo del 2004

Una buena racha

El viento sacude mi pelo; creo que debería bajar la capota del coche.
Voy corriendo a toda velocidad por una carretera provincial. El motor de mi deportivo vibra en cada curva. Debo llegar al casino temprano.
Las puntas de los tejados ya comienzan a despuntar en el horizonte tintado del sanguíneo rojo del atardecer. Estoy muy cerca. Diez minutos más y estaré cruzando la dorada puerta del casino.
Aparco en la acera y apago el motor. Le doy las llaves al chico que espera en la puerta: "Apárcalo con cuidado, no vayas a rayármelo", le digo. El muchacho sonríe y dice: "No se preocupe, señor. No habrá problemas."
Cruzo la puerta, saludando con un ademán al inmenso guardia. Me miro fugazmente en el espejo del guardarropa: chaqué negro, corbata, raya impecable en los pantalones. Contra lo oscuro de mis ropas, contrasta la palidez de los rasgos de mi cara: nariz aquilina, ojos grises, blancos dientes y ancha boca, peleando contra el negro de mi pelo y de mis ropas, como estrellas intentando iluminar una noche de luna nueva. Hago una sencilla coleta con mi pelo, y me cubro la cabeza con un sombrero negro. ¡Pero si parezco salido de una película de cine negro! Ya no importa; sigo andando hasta el interior de la inmensa sala que configura el salón principal del casino. Cientos de estúpidos ricos gastan su dinero alegremente aquí, repartidos por distintas mesas con variopintos juegos de azar, todos ellos imposibles de ganar, excepto para mí, que he nacido para esto. Pienso en Jane, tirada en un rincón de la calle, pasando frío y hambre. Lo siento, nena. Lo siento, pero no puedo dejar de quererte. El espectáculo de semejante derroche de dinero provoca una mueca de repugnancia en mi cara, pero rápidamente vuelvo a adoptar mi mejor sonrisa para conquistar a todas las viejas damas de sociedad, que murmullan admiradas ante mi porte y mi donaire cuando paseo por la sala, mirando con condescendencia a todo y todos.
Paso por la primera mesa, y voy saludando. "Buenas noches", digo. "Mi nombre es James. ¿Cómo van las apuestas?" El croupier declara que la banca acaba de ganar un juego. Le voy a dar una lección a ese estirado.
-Deme esos dados.- le ordeno. Nadie se niega a que juegue primero; todos acaban de ser desplumados.
-¿Cuánto se juega, señor?
-Medio millón de dólares.- afirmo. La cara de asombro del croupier no dura mucho; rápidamente corre a llamar a su superior. Este viene y me pregunta si estoy seguro de querer apostar tanto dinero; sin dudarlo le digo que se aparte. -Medio millón al seis.- muevo los dados dentro de mi mano. Como los galanes de película, acerco los dos dados a una preciosidad que hay a mi lado, y le digo que los bese. Se sonroja; se ve que es nueva por aquí. Duda un poco, pero al fin les da un tímido y suave beso, que se posa también intencionadamente en mis dedos. La mirada que después me lanzó me hizo ver qué tipo de mujer era en realidad y qué quería de mí. Lanzo los dados con un rápido ademán sin darme la vuelta; rebotan en el otro lado de la mesa, y los números muestran el ansiado seis.
-El señor acaba de ganar el juego. Damas y caballeros, hagan sus apuestas. -dice el asombrado croupier. Cojo del brazo a la prostituta y me dirijo a otra mesa.

Juego por juego, voy ganándome las simpatías de todos los hombres ricos de este lugar. Con mis apuestas, estúpidas por lo atrevidas, voy encandilando a cada mujer, atraídas por el brillo del dinero. Sigo ganando, por supuesto; es lo que se me da mejor. Los distintos croupiers comienzan a dejarme jugar con reparo, como si no quisieran lanzar la ruleta, o repartirme cartas. Esto está siendo muy divertido.

ruleta.jpg

Llevo tres horas jugando y ya me he llevado hasta el último dólar del casino. La furcia sigue colgada de mi brazo; cree que después de esto tendrá su premio. Me marcho, triunfalmente, por la puerta, con las atónitas miradas del encargado y de los clientes puestas en mi espalda (y, por qué no decirlo, en el trasero de la rubia). Paso por la caja para cobrar todo lo que he ganado; me dan un maletín lleno de billetes y un cheque para lo demás. "Lo siento, señor, pero no tenemos más efectivo". Acabo de dejar en bancarrota a un casino. ¡Perfecto!

Monto en el coche y lo arranco, llevando a la prostituta conmigo. Cuando llevo un buen rato conduciendo, le pregunto a la chica dónde vive.
-¿Para qué quieres saberlo?- me dice, extrañada. –Podemos ir a tu casa, o a un hotel.
-Voy a llevarte a tu casa. Lo siento, pero esta noche no habrá diversión.- su preciosa cara se transforma en una mueca de odio.
-¿¿Y para eso me has tenido contigo toda la noche?? ¡¡Me has hecho perder clientes!! ¡¡Eres un...!!- comienza la retahíla de insultos más larga que he oído en mi vida. Además de ser preciosa tiene bastante imaginación Y parecía una chiquilla inocente... Le abro la puerta y le digo:
-Lárgate. Si no quieres que te lleve a tu casa, cierra el maldito pico y bájate de ahí.- Lo curioso es que la chica me obedece. Se baja del coche y se larga andando. Es una auténtica pena: estaba buenísima. Menudo desperdicio.

Aparco el coche en el jardín de mi casa. Recuerdo un morboso artículo que leí en una revista: ¿dónde era el mejor sitio para dispararse? ¿En la sien o en la boca?
Sigo subiendo, uno a uno, los escalones. Abro la casa, enciendo las luces y avivo el fuego de la chimenea. Cuando las llamas están bien altas, abro el maletín y lo meto en el fuego. Lanzo también el cheque.
Me siento en la mesa de mi despacho. Cojo una cuartilla, saco mi pluma, y escribo con mi más primorosa letra un mensaje. Lo firmo, y cuando estoy doblándolo, recuerdo un detalle muy importante: añado un “Para Jane” al principio. Ahora está completa; ella entenderá. Abro el cajón con doble fondo que tiene mi mesa, y revelo el contenido oculto. Sujeto las cachas de madera de mi Magnum. Abro el tambor e introduzco seis balas. Amartillo la pistola y la meto en mi boca. ¿Debería rezar o algo así? Qué más da. Ya nada importa. Aprieto el gatillo...

BANG

Málaga, año 2000

Posted by Santo at 10:30 PM | Comments (4)

9 de Marzo del 2004

CyberKDD Bloguera

MODO PUBLICIDAD ON

En respuesta a la petición de Jasp, aquí está el enlace a su blog de la CyberKDD Bloguera:

http://jasp.zonalibre.org/archives/024048.html

MODO PUBLICIDAD OFF

Posted by Santo at 6:31 PM | Comments (0)

7 de Marzo del 2004

Big Fish

No os preocupéis, no voy a hacer spoil de la peli (vamos, que no voy a destrozar el final).

Yo quería ver Kill Bill, pero cuando Delirio me pone cara de pena, me pide que la lleves a ver otra peli y me vuelve a poner cara de pena, al final cedo y me dices que ya veré a Uma Thurman con espada otro día.

Big Fish empieza con un hombre que vuelve a su vieja casa para acompañar a su padre en los últimos días de su vida. La vuelta a casa se convierte en un retorno a la infancia, una rememoración de las historias increíbles que el padre contaba a su hijo cuando era un niño. El trabajo de los actores es magnífico, y Tim Burton se luce una vez más demostrando su gran talento. La técnica de la película la asemeja a un cómic en movimiento, lleno de colorido, de acción y fantasía.

BIGFISH.jpg

Big Fish habla de cómo la ficción vuela por encima de la realidad, y ayuda a ésta a volar prestándole sus alas. La fantasía se abraza a los hechos hasta modificarlos. ¿Podemos forzar al pasado con nuestra voluntad, contando una historia hasta hacer que haya ocurrido de verdad? ¿Podemos hacer real una cosa sólo a fuerza de creer en ella? También reposa en la película una metáfora sobre el artista, que ama tanto su obra que la asume como su propia vida, hasta que ambas terminan siendo una sola. Pero Tim Burton es un maestro, y dice muchas cosas con muy pocas palabras. También habla de la paternidad y las relaciones humanas, del anhelo del padre de ser un héroe para su hijo. Nos cuenta una manera de ser un hombre feliz hasta el mismo día de tu muerte.

No se me da bien hacer crítica de cine, y además hoy tengo una resaca muy respetable. Sólo quería hacer una recomendación: no os la perdais. Yo salí del cine pensando que había aprendido algo. Y Delirio se hartó de llorar. :)

Posted by Santo at 11:01 PM | Comments (13)

4 de Marzo del 2004

Recomendación del día

Después de comer un yogur con bífidus activos y beber al menos litro y medio de agua mineral tratada al menos tres veces, se recomienda leer este artículo de Manu:

.: No siga leyendo : Brasa :.

Un olé por sus dos cojones, que gente así, lo creamos o no, no abunda.

Posted by Santo at 9:12 PM | Comments (0)

2 de Marzo del 2004

Confusión

El viento me deslumbra y desenreda,
y pare de tu ser hondas de plata;
tus círculos me huellan y me matan.
¿Seremos tú y yo playa, mar y costa?

¡Por un momento me perdí en mi mismo!
No sé si tú eres yo y yo soy el mundo.
Parece que tu boca es el Abismo,

y a veces creo ser en lo que abundo:
tormenta de intrincado silogismo,
metáfora de bosque moribundo.

Y sopla susurrando sus secretos,
y arrulla y roe y rasca y reverbera,
y arrastra todo lo que nuestro fuera.
¿No somos tú y yo playa, mar y costa?

Málaga, finales del 2001

Posted by Santo at 11:02 PM | Comments (0)